sábado, 15 de noviembre de 2008

Morbo nº14 - Coda final

Querencia de razón contenta de pánico, casi con estafa de pobres alegrías a luces que se mueren de hambre. Poca cosa de dedos desde que son dedos. Cuando no soy a ti, ¿Se comprende? Hasta entonces. Lloras luz, te cuelgo trémulo de unos clavos: demasiado viento para ser Domingo. Te coloco tiempo alrededor del cuello y te callo con toda mi espera. De tu sacro tanteo de calores, tiene los pies hediondos a tierra húmeda. Y los beso queriendo borrar nombres. ¡Mira la duda desnuda, oh amor lamerse las ronchas y a la mosca arrastrarse las alas podridas alrededor. Ya eres palabra. Romance de lluvia que cae desde la gente. De caer con Voz falsa: darle un beso a la botella vacía de tu parte. Y dices mi nombre como si me reprocharas el mundo. Tengo la carne podrida: pobre cura sin brisa de campanas húmedas. Hay un paréntesis de noche que no se cae de estos árboles. Cosas de la vida tranquila, carencias varias de luces largas. Ya he dibujado la cruz con un miedo, ya mastico el vidrio: Arena que se hace a la idea de ser piel y entre los últimos compases la risa de Mozart.

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